14 may 2011

...Sin titulo 2...


La rutina se vuelve tediosa y la soltería convierte a la ciudad en un infierno, como un reloj que propone enigmas, siendo la condición, del que no encuentra solución, el exilio eterno. Quizá ya no es tan aplicable como décadas atrás pero sin duda alguna las ciencias sociales que trabajan sobre el darwinismo social están un paso adelante de las otras. Esta y otras cosas son pensamiento diario de este muchacho de 20 años, mantenido por sus padres, estudiante universitario y empleado en una empresa pequeña de bajos recursos.

Cansado de las viejas costumbres, se lo ve caminando a las noches a la orilla del rio, sintiendo la brisa del viento, sintiendo que son uno y que puede volar, viendo como las penas y las tristezas se desvanecen en el aire pero de cualquier forma sabe que estas renacen de las cenizas como cual fénix de la mitología que tanto adoraba.

De clase media laburadora, su familia podía darse gustos, ir al cine, disfrutar de una cena en algún local de comida rápida, mas de una computadora en casa, dispositivos portátiles y muchas cosas más que cualquier persona, de esas edades, consideraría mas que suficiente para los tiempos de globalización que corremos, pero de cualquier modo su corazón helaba. La falta de valor y personalidad lo dejaba mal parado con cualquier chica, podía empezar bien y creer tener posibilidades pero todo se derrumbaba al poco tiempo, caiga en un pozo ciego y al poco tiempo cuando lograba salir volvía a caer como si ese pozo no tuviese ni principio ni fin, como si el comienzo siempre fuese el final.

Así y todo no bajaba los brazos, hasta que cierto día conoció a ella, una chica un poco mayor que él, ojos hermosos, de figura excelsa, la conexión fue inmediata, su corazón no dejaba de latir, era como un fuego que se quemaba cada vez más, era como un mensaje que no podía descifrar, pero sabía que tenía que luchar a todo o nada.

Con el pasar del tiempo se conocieron y se volvieron muy amigos, lograron ser casi íntimos en ese nivel (como planteaba el sobre el orden de sociabilidad con alguien) pero así y todo, seguía sintiéndose vacio, necesitaba decirle lo que sentía mas profundamente.

Año más tarde y con su corazón a mil le dijo, como pudo todo, lo que sentía y la respuesta no fue lo que esperaba, la declaración había sido un fracaso, se necesitaba la repetición una y otra vez para entender lo sucedido, pero el decidió seguir adelante y pedirle que por favor le dé una oportunidad, continuaron los malos momentos y un dolor en el pecho comenzaba a sentirse, cada palabra de ella aumentaba el dolor, se volvía cada vez más insoportable, todo había acabado para él.

Las lágrimas se secaban y el dolor no paraba, ese corazón estaba marchito y ya nada podía darle color, las luces en el techo marcaban que la hora había llegado y el recuerdo era lo único que mantenía esos ojos brillantes y esperanzadores. Una réplica ya cantaba por los tiempos que no fueron. Tres extraños se acercaron blandiendo sus herramientas y cerrando sus ojos comenzaron la tarea. Cinco horas más tarde ella se hace presente, las malas noticias se sentían en el ambiente y con una lagrima y un beso todo ese fuego se apago y el silencio reino..."quédate un rato...quédate para siempre".