1 mar 2025

Sin emociones no vivís

El idealismo es un estado de satisfacción y completitud. Es una búsqueda silenciosa, una travesía por señales que conecten el mundo con lo más profundo de nuestro ser interior, nuestra esencia.

Es una guía de nuestro pensamiento y sentimientos que nos convierte en un observador consciente de los detalles que dejan una huella más allá de lo visible.

Aunque también...

El idealismo es un virus que se replica de manera vertiginosa en cada rincón de nuestros cuerpos, como un temblor que sacude la razón y el corazón. Una enfermedad que nos pone en cuarentena y nos limita las experiencias que hacen a la vida. 

El idealismo es una cárcel cómoda disociada del mundo real, donde todo es a medida y no hay que esforzarse para conseguirlo, solo sentirlo.

Es una fuerza que bloquea el paso y lo hace de manera elegante. Tan elegante que lo vemos y lo abrazamos como si nos pusiera en un pedestal que no todos logran subir.
Nos aferra al miedo de lo desconocido, congelándonos en un modo de espera.
¡Qué sabiduría! no saber, pero confiar en la perfección.

Sin emociones no vivís.

¿Es un privilegio o una limitación vivir pensando en esto?
¿Es una bendición o una maldición querer escribir estas palabras, para materializar tal vez un deseo de que el ideal sea que no haya ideal?

Quizás es solo la necesidad de abandonar el blanco o negro...