6 ago 2016

El hombre ya bestia.

Ajeno a los ideales y preso por el descontrol, una sombra que fue el miedo, frágil me vio.
Estropeando mi razón oscureció mi corazón y ya no supe si era una ilusión que mi realidad se había transformado en lo que siempre negué con esmero e intuición.

Hasta que un día alguien me golpeo y me despertó. Alguien que era capaz de sacrificar algo valioso por mi y ayudarme a luchar contra mis miedos. Victorioso ahora veo por donde camino y puedo tomarme el tiempo de escribir estas palabras que ni yo comprendo por tan débiles sobre este sentimiento.
Así como yo recibí ese calor, aprendí que la respuesta a muchas preguntas es transmitir esa pasión y me pierdo en cada oración de mi corazón al recordar lo difícil que resultó, pero lo infinito que puedo sentirme ahora.

Como una bestia llena de defectos y con la pureza que siempre trato de expresar, pido mirando al cielo que la magia nunca vaya a acabar, porque amor no hay uno solo y los abrazos nunca se han de olvidar.

Fechu~

No hay comentarios:

Publicar un comentario