Dibujos que nunca nadie vió y que no tenia intensión de hacer llegar. Representaban sus deseos y sueños mas profundos aunque muchos de ellos eran simples. En la mayoría se veía a ella misma haciendo cosas que no acostumbra, tomando un té, jugando hockey, tocando un violín, haciendo magia y un largo etcétera.
Cosas materiales que descubrió que si los anhelaba con tanto corazón se hacían realidad, sentía que su destino cambiaba ante cada dibujo y eso la hacia sentir especial.
Sus noches de dibujo de a poco fueron invadiendo al Sol y a cada hora, su lápiz H, no dejaba de grabar en papel la cabeza de ella y su propia vida.
Pero algo sus dibujos no podían lograr y era darle un compañero de vida que la entendiera tanto como su diario. Así fue como un día, cansada en la universidad, mientras se dibujaba a si mismo dibujando en su habitación deseando que el día terminara, apareció un muchacho interesado en lo que estaba haciendo.
La relación no tardo en sentirse y esa noche tomaron el primer café de muchos. Los primeros dibujos a partir de ese momento eran sobre él y luego sobre ellos. Representaban momentos vividos, ella sabia como materializar los recuerdos y quería que él nunca lo olvidara.
Con el correr de los meses y los años, las noches comenzaban a hacerse mas cortas y el interés por el dibujo comenzaba a mermar estancándose en lo mas profundo de la mente como si algo mas grande lo hubiese reemplazado por completo.
Una calida noche de Navidad los encontró y se dieron el primer beso, una sensación única de sentir como un rayo atravesaba los corazones, pero, esa misma noche, la felicidad se volvería tragedia y un conductor alcoholizado se acercó con vehemencia hacia ellos en el medio de la calle mientras contemplaban los fuegos artificiales. Él la había salvado y el impacto lo consumió de lleno.
Desesperada ella, se acerco rápidamente para encontrarse que al lado de su amado yacían todos los dibujos que había hecho sobre ellos y, llorando, deseo mas que nunca que esos dibujos no sean solo eso pero tanto anhelo no era suficiente para que su corazón volviera a trabajar.
Entre lagrimas pesadas tomo su lápiz y una hoja de su diario. Dibujó el beso que hacia minutos se habían dado. Recordó como ella lo había tomado de las manos y él envolviéndola en sus brazos tendió sus labios sobre los de ella. Terminó el dibujo envolviendo ese recuerdo en un corazón y con beso colocandolo sobre el pecho inerte de él.
Cerró los ojos ya cansados y lastimados solo para sentir por un momento una mano sobre su mejilla. Los abrió mas rápido que los que nunca lo había hecho para notar que él estaba respirando como si sus dibujos fuesen el combustible de su vida. Él tomo el diario, el lápiz y escribió algo.
Ella desconcertada y feliz lo abre y lee
"Nunca olvides quien eres. Te amo por siempre."
"Nunca olvides quien eres. Te amo por siempre."
Y ella sintió que esa noche, fue el primer dibujo.
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